2.Agregá la mantequilla fría en cuadritos al tazón y con ayuda de un estribo mezclá bien. Está lista cuando veás la mezcla arenosa y con bolitas del tamaño de un garbanzo.
3.Hacé un hueco en el centro y agregá el agua fría. Con ayuda de un tenedor mezclá hasta que todo esté bien incorporado.
4.En una superficie plana y enharinada, colocá la masa, haciendo un cuadrado, (aún verás trozos de mantequilla en la masa).
5.Estirá con un rodillo la masa creando un rectángulo, visualmente divida el rectángulo en tres partes horizontales, doblá la parte de abajo hacia el centro, y luego hacé lo mismo con la superior. Girá la masa 90 grados y con ayuda de harina extra para evitar que la masa se pegue a la superficie, estirá nuevamente hasta formar otro rectángulo.
6.Estirá, doble y girá la mezcla de 6 a 7 veces haciendo lo mismo cada vez.
7.Una vez listo, envolvé en papel plástico y llevá a la refrigeradora por una hora o hasta el día siguiente.
8.Estirá la masa en una superficie plana con harina y rellená al gusto.