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1. Colocamos en un tazón la harina cernida con la sal y la pimienta. Incorporamos el queso rallado y mezclamos.
2. Agregamos la mantequilla y la mostaza, con ayuda de las manos incorporamos todos los ingredientes.
3. Formamos un bollo y envolvemos con papel encerado. Dejamos reposar en la refrigeradora por una hora.
4. Precalentamos el horno a 350°F, engrasamos y enharinamos una bandeja.
5. Tomamos un trozo de la masa y estiramos, con la ayuda de un cortador para pizza cortamos palitos y los hacemos en forma de espiral. Los colocamos en la bandeja y llevamos al horno durante 10 minutos. Hay que estar pendientes de su cocción ya que al ser su masa tan fina rápidamente se cocinan.