Colocá todos los ingredientes del relleno en un tazón grande y mezclá hasta que todo quede bien integrado.
Masa:
Batí el agua, la harina y la sal con ayuda del gancho de la batidora a velocidad media por 4 minutos hasta homogenizar. Luego agregá la mantequilla en cuadritos y mezclá por 6 minutos más.
Colocá la masa sobre una mesa previamente enharinada y extendé en forma rectangular (48 cm x 18 cm aproximadamente).
Sobre un papel encerado de 32 cm x 29 cm, extendé las barras de margarina con un rodillo hasta obtener este tamaño. Colocá esta lámina de margarina sobre la masa cubriendo el centro y el lado derecho, dejando el lado izquierdo sin margarina.
Tomá el lado de la pasta sin margarina y doblala hacia el centro, cubriendo la mitad de la margarina. Tomá la otra mitad con margarina sin cubrir y doblala cubriendo la masa.
Girá la masa 90 grados y estirala formando un rectángulo de 60 cm x 40 cm aproximadamente.
Tomá el lado derecho del rectángulo y doblalo cubriendo el centro, luego tomá el lado izquierdo y doblalo de modo que le quede un rectángulo más pequeño. Cubrí con plástico y refrigerá por 20 min.
Estirá la masa manteniendo la forma rectangular, tomá los dos extremos (lados cortos) y doblalos al centro de modo que cubra toda la pasta. Volvé a tomar nuevamente los dos extremos de la pasta y doblalos a la mitad. Cubrí con plástico y refrigerá por 30 min.
Repetí una vez más el proceso anterior y refrigerá por 3 horas, posteriormente dejá reposar por 10 minutos a temperatura ambiente antes de estirar.
Estirá la pasta hasta obtener un grosor de 4mm y separá la pasta de la mesa para quitar el exceso de harina. Cortá círculos de 8 cm de diámetro.
A la mitad de los círculos recortá un círculo en el interior de 5 cm de diámetro.
Pintá con huevo los bordes de los círculos grandes y colocá sobre estos los aros obtenidos del paso anterior.
Barnizá con huevo y horneá de 25 a 30 minutos a 380 °F en horno precalentado.